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Hienas. Abogados de Familia vs. Falsas Denuncias

Por Patricia Anzoátegui y Rubén Melloni Anzoátegui

Este libro es una bocanada de aire en medio de muchos prejuicios, preconceptos, y estereotipos. Echa hecha luz donde hay oscuridad. Nos muestra y revela situaciones que en general no se observan o se miran de manera colateral y esgrime con argumentos y evidencia empírica, que se tornan imprescindibles para el abordaje integral de la niñez y de una infancia feliz. Los casos presentados nos muestran particularidades que nos permiten observar generalidades y nos conmina a poner la lupa sobre métodos y mecanismos que hay que revisar, corregir y aceitar en pos de cumplir los derechos de los niños, niñas y adolescentes. 

No siempre el andamiaje y la arquitectura jurídica está pensada en función de ellos, que en todo caso son los eslabones más vulnerables. Por el contrario, el sistema favorece a quienes le resulta más o menos creíble, por empatía de género, o en su defecto por preceptos crecientes respecto a cuál es la más sana y mejor administración tutelar de los derechos. El principio básico que rige la infancia feliz, es que pueda ser vivida de manera plena, rodeados de todos aquellos que son participes necesarios en la vida de cada uno de los niños, niñas y adolescentes.

Hienas es un libro que procura mostrar facetas no siempre visibles, más bien ocultas, pero crecientes, en una titánica tarea por delante que es la preservación de los derechos de quienes efectivamente hay que cuidar.

En el derecho de familia, la obstrucción de vínculos se ha convertido en una problemática que pese a una actividad jurídica que procuró evitarlo, se produce igualmente y de manera exponencial. El acento que el libro pone en el lado oscuro de la separación entre adultos, es clave para entender cómo a través de ello, muchos niños son arrastrados a otras separaciones. 

Un tema clave que el libro expone es la urgente e imperiosa necesidad de utilizar criterios de validación de las entrevistas en cámara gesell en las provincias, como en la ciudad de Buenos Aires.

También la necesaria actualización e inversión en los juzgados de familia, cada vez más desbordados por la problemática de su incumbencia. Allí deberán actualizar y potenciar, los brazos auxiliares sobre los que se apoyan los jueces para resolver. Hay que potenciar, acrecentar y capacitar a todos ellos para que sean cuantitativamente mejores y más robustos, cuantitativamente más para abordar la creciente y compleja problemática vinculada a los niños y las niñas. 

Urge poner muchos recursos allí, el acento en llegar antes, en atender el conflicto a tiempo, en que los plazos judiciales sean cortos y veloces, porque todo es perentorio. En familia cada día cuenta, y el sistema tiene que estar para garantizar que cada día que un padre o madre pierda con su hijo, tenga una razón de ser y esté justificado. 

Por todo lo expuesto, deberá articularse un sistema presupuestario diferente que logre retener a los mejores especialistas en criterios de validación de testimonios y en la estructura edilicia necesaria para atender, en tiempo y forma, la problemática.

No se puede invertir la carga de la prueba como se hace y como se está llevando en la práctica el proceso judicial en estos temas, en estos tiempos, tiene que estar garantizado el principio de inocencia. El principio de inocencia y la preservación de la integridad (del menor) del niño o niña debe estar garantizado en ambos casos. No puede uno garantizarse sin el otro. Y efectivamente para llegar a conclusiones más rápidas se necesita mayor velocidad en el proceso y que los términos sean más perentorios, se necesita una mirada más integral y una revisión más integral del proceso de manera tal que las investigaciones sean más veloces, más rápidas porque hay que poner el acento en esa infancia, que no debe ser robada, debe sr preservada, para que efectivamente podamos decir que se garantiza los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

No es importante quien denuncia, sino qué denuncia, no se juzgan las personas, se juzgan hechos, y eso no siempre queda explicitado en este tipo de situaciones, donde muchas veces se invierte la carga de la prueba y donde finalmente hay que explicar que algo no sucedió cuando el sistema está preparado para justificar porque sentencia tal o cual cosa.

Más allá y dicho esto, hay que poner muchos más recursos en una problemática creciente que está atestando los tribunales, que está generando masa crítica creciente de litigios que finalmente van a terminar siendo concluidos a destiempo, produciendo daños irreparables y donde la verdad jurídica no va a resolver nada de los daños que produzca efectivamente en la demora de la aplicación de la ley.

Es una invitación el libro a que los distintos efectores vinculados a la problemática de la niñez observen, lean, tengan en cuenta, consideren, no dejen pasar la oportunidad de hacerse de una lectura indispensable, adicional a cualquier bibliografía existente, respecto a casos crecientes que también existen, en una problemática acuciante y cuyos daños centralmente está generándose en los más vulnerables.

Paulino Rodrigues

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