¿Qué es la alienación parental?
¿Qué es la Alienación Parental?
Desde el CEAP nos proponemos concientizar sobre un fenómeno poco conocido para la población en general, que se presenta en el marco de conflictos familiares que involucran la custodia de los hijos, denominado alienación parental.
Se trata de una disfunción familiar que se caracteriza por el intento por parte de un progenitor, de interrumpir el vínculo entre un hijo y el otro progenitor, utilizando diversas estrategias. Estas incluyen la colonización psíquica del niño para desacreditar la imagen del padre o madre que intentan excluir, mediante tácticas tales como:
- La implantación de memorias falsas o distorsionadas.
- La inducción de miedos.
- La promoción de sentimientos negativos injustificados hacia el otro padre.
Esta situación tiene consecuencias graves, no solo para el progenitor que es excluido, sino especialmente para el niño, que sufre un daño emocional profundo. La ciencia ha demostrado que los menores víctimas de alienación parental desarrollan trastornos severos en su personalidad que los acompañan durante toda su vida adulta.
El rol de la justicia
A menudo, una aplicación errónea de las leyes contra la violencia familiar y de género puede facilitar estos cortes injustificados del vínculo entre padres e hijos. Esto, en lugar de proteger a la familia, puede agravar la situación, consolidando un proceso de alienación.
Alienación, diversidad de ideas y protección de los niños
En el CEAP promovemos la difusión de la alienación parental y fomentamos un debate plural y enriquecedor que incluya todas las voces, incluso aquellas que cuestionan su base científica o niegan su existencia.
Además del profundo dolor que experimentan los padres a quienes se les impide ejercer su rol, la ciencia ha demostrado que los niños, víctimas pasivas de conductas alienantes, desarrollan trastornos graves en su personalidad que persisten a lo largo de su vida adulta.
Estamos convencidos de que la adquisición de conciencia social respecto de la gravedad del tema es un paso clave que no solo ayudará a erradicar las prácticas alienatorias, sino que también fortalecerá el sistema de protección contra la violencia familiar, brindando un marco sólido de resguardo a los niños víctimas de cualquier forma de maltrato.
Asumimos el deber de proteger a los niños, legitimando las denuncias reales y combatiendo las denuncias falsas para evitar equívocos que favorezcan la impunidad de abusadores.